Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír...

jueves, 10 de febrero de 2011

Maldita situación...

    No puedo soportarlo, esta sensación... esta sensación va a acabar con mi persona, miro por la ventanilla, tarareo la canción que suena en la radio, me siento nerviosa, sin motivos, me siento incómoda por esta situación tan extraña, giro un poco la cabeza sin querer decir nada, míralo, ahí va, conduciendo como si fuese solo, como si no llevase a nadie a su lado, ¿Por qué son así las cosas? No hablamos, no decimos nada, más  bien no tenemos nada que decirnos ya, simplemente vamos, simplemente estamos.

    Mirando de nuevo a través del cristal, veo una pareja caminando por la acera, agarrados de la mano, se les ve felices, unidos, puede ser que sea así.... Los miro y pienso que un día fuimos así, que un día lo eras todo, que tan sólo nos bastaba con tenernos al lado, donde las palabras flotaban en el aire, donde las palabras no eran capaces de escucharlas nuestros oídos, no hacía falta ese tipo comunicación, las palabras las escuchaban y las pronunciaban nuestros ojos, nuestras miradas al cruzarse, de repente vuelvo a la realidad, giro la cabeza y seguimos aquí, igual, de la misma manera...

    Siento una sensación extraña, como si quisiese saltar del coche en marcha, irme, huir de aquí, de este negro agujero que hemos ido creando con los trozos de lo que ha ido quedando con el paso de los años, unos trozos que deberían de haber ido directamente a la basura sin contemplaciones y haberse así olvidado todo dejando paso a un nuevo comienzo, una nueva andanza, pero no, claro que no ¿Como iba a ser así?, nos empeñamos en pegar esos trozos por miedo a lo desconocido, por miedo a equivocarnos aún sabiendo que el error era seguir no haciendo nada, dejándonos llevar por remolinos de sentimientos esperando tan sólo a que llegue el momento en que el nivel del agua baje, a que las aguas se vuelvan bravas y a chocar con la roca más afilada para poder así destrozar la absurda barca que nos mantiene a flote, y así, ya sólo nos quedará nadar...


    ¿¿Habéis sentido alguna vez sensaciones parecidas al lado de alguien especial??



3 comentarios:

  1. Gracias por visitarme.
    Tienes un blog bien construido. Te tomaste el tiempo para darle tu forma.
    Interesante ademas´.
    FelicitacIones.

    EDUARDO

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  2. Me gusto bastante tu blog, te sigo :)

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  3. Muchisimas gracias por pasarte por mi blog y dejar tal estupendo comentario. Me alegro mucho que el relato te haya gustado. Gracias por tus palabras y por seguirme ;) Tu blog es precioso, y es muy interesante lo que escribes , tambien te sigo :D Un beso

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