Tras cerrar la puerta de la habitación de un portazo un beso agresivo y descontrolado aparece, una insinuante y fugaz mirada, un encuentro apasionado. El mundo se paraliza unos instantes mientras nos miramos fijamente, mientras nuestras miradas hacen el amor sin necesidad de contacto alguno, me acaricias la cara y me besas dulcemente; mi estómago se estremece, siento mil y unas sensaciones que nadie me ha hecho sentir antes, mi mente da vueltas, gira y gira, no existe más, no existe el tiempo, sólo existimos tu y yo, y esta habitación.
Siento tu corazón cerca de mi, siento tu aliento acelerado erizándome la piel, siento como tus labios recorren mi cuello... me dejo llevar... En la atmósfera se respira pura pasión, mientras nuestros cuerpos se unen y nuestras manos viajan a través de nuestros cuerpos no podemos dejar de mirarnos fijamente, llegando a sentir como siente el otro. Tus manos me tocan, buscan mi entrega, me besas, te beso, recorro cada lunar de tu piel descubriendo rincones inalcanzables en los que me pierdo en mi locura, me tocas la espalda, me acaricias, con fuerza te agarras a mis caderas deseándome, se ve, se te nota, tu deseo atraviesa los poros de tu piel llegando hasta a mi. Sin mediar palabra más que para alcanzar algún sonido emergente de placer, me haces tuya como jamás nadie pudo hacerlo, como si fuese mi primera vez, me haces sentir hermosa, delicada, especial... Aquí donde dos se fundieron en uno, aquí donde nuestro único testigo son unas sábanas blancas enroscadas a nuestros pies....
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sábado, 26 de febrero de 2011
miércoles, 9 de febrero de 2011
Bendita locura...
Me cuesta respirar, mi aliento se entrecorta,
el roce de nuestras pieles trasmiten el calor del un volcán enfurecido,
como si de lava se tratase unas gotas de sudor recorren mis muslos,
tu boca calma mi sed.
Mientras no podemos dejar de mirarnos fijamente
te beso, te toco, te araño con fuerza,
y tú me respondes descubriendo mi cuerpo lascivo,
besándolo, acariciándolo, haciéndome tuya, entregándote a mí,
como si hoy no existiese final alguno,
la pasión flota en el aire, me haces llorar,
una lágrima espontánea escapa posándose en mis labios
para así formar parte de tu saliva,
para ser unidos, para ser uno.
Mi cuerpo sufre temblores incontrolados,
mis muslos se contraen, mis dedos se entumecen,
tus gemidos se enredan en mi pelo deslizándose suavemente hasta mis oídos,
ahora te siento mío, te siento dentro de mí.
Cuando el placer me alza directamente a las estrellas
algo me empuja haciéndome caer del firmamento
para así hacerme a la idea de tener que perderte, de volver a ser dos,
anhelando ya estos instantes que junto ti
he viajado a través de tus manos, he sentido a través de tus piel y
he rozado el cielo de la locura...
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